viernes, 2 de marzo de 2012

Días y días (parte 2) "El remisero lamentado"

Continuando mi relato del remisero Cubano, que me encontré en una situación similar.

Me encanta hablar. Hablo para que el tiempo se me pase mas rápido, para entretenerme, para pasar el rato, para conectarme con otras personas, para aprender, para saber, para que me escuchen, para hacerme escuchar, porque me gusta.
No siempre encuentro las personas que me sepan escuchar, no siempre encuentro el momento para hablar, a veces las personas piensan que soy re -copada- porque les doy bola y les hablo, y en realidad es porque me gusta hablar, puede que no tenga interés de conocer a esa persona pero si de poder hablar. Eso si, me cuesta mucho callar.

La cosa es que teniendo una semana de mucho trabajo, decidí darme el gusto de poner el despertador un poco  mas tarde, y tomarme un remís al trabajo. Evitando así caminar a la parada del colectivo, esperar el tren y caminar.
Como estaba tranquila de que no tenía apuro, me di el gusto de charlar con el remisero, que parecía simpático, bah, los remiseros siempre lo parecen. Me sumergí en una charla común, sobre el tráfico de la panamericana, algo de político, y de lo que hoy significa su oficio.

Hasta que en un momento se desvío y tomó mal el camino, se disculpó y me dijo que no me iba a cobrar el extra, ya que el se había equivocado. Tal como el remisero cubano.
Me dio la sensación de que era un buen tipo, pero llegó un momento en el que fue tanta su constante lamentación que empezó a molestarme su actitud infantil*
Puedo parecer simpática y transmitir confianza, pero el tipo me pidió repetidas veces si lo podía disculpar. El tipo era un remisero y yo una pasajera, el tipo se equivocó desde el punto de chofer y yo como pasajera, no tenía nada que ver. El tipo escupía su error con tanta humillación, como que si disculpándose iba a solucionar el dilema.
Y bueno, llegué unos minutos tarde, y el tipo, seguía lamentándose.

A veces es mejor no hablar de mas, que cada uno esté en su rol y las cosas funcionen como tienen que funcionar habitualmente,

Perdón Cubano, hoy lo prefería a usted.

*Infantilicio, sería el término acorde, que no existe, todavía.

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