miércoles, 30 de mayo de 2012

La escencia de las cosas

Terminé de leer La pasión según GH, de Clarisse Lispector. Libro que empecé el año pasado y no pensé que iba a terminarlo. Me exigía mucha concentración. Lo agarraba de a momentos. Y en uno de estos días lo retomé y lo terminé. Subrayé bastante esta última parte que quedaba.

La novela, cuenta la historia de una mujer de clase media alta, que al limpiar el cuarto de la criada, se encuentra con una cucaracha. Ésta es la que toma como hilo, para narrar lo que le va a ir sucediendo  después.

Empecé a leerlo cuando dejé una relación que no me hacía muy bien. Necesitaba otro punto de vista sobre la vida y llegó ese libro a mis manos. Me sentía muy identificada con la protagonista, porque como ella, yo también estaba cambiando. Me costó mucho seguirlo, ya que la escritora es muy compleja y da muchas perspectivas sobre un hecho en particular. Finalmente pude terminarlo y me sentí muy completa y realizada al hacerlo.

En uno de sus capítulos pone énfasis en la belleza. La belleza como aderezo para la vida. No se siente muy conforme con aderezar a las cosas. Dice que la belleza pone en cubierto la inocencia de las cosas, las cosas en su aspecto puro. No deja que las cosas se aprecien por lo que son puramente.

Y me puse a pensar y creo que estoy de acuerdo con ella. Usamos vestidos para esconder nuestros cuerpos, para que se vean mas lindos, se puede decir. Y para algunos mostrarnos en carne viva puede ser mal visto. Salteamos cebollas para una posible tarta, es decir, le sacamos el sabor picante que tiene para que el sabor sea mas suave. Nos tapamos de la lluvia, porque no nos incomoda que nos moje. Cubrimos nuestras uñas con esmalte, quién sabe para qué. Le ponemos azúcar al café, porque no nos gusta tomarlo  amargo. Tratamos de que el tacho de basura se encuentre en un lugar poco visto, porque si se ven los desechos "es un asco". Entre otras cuestiones.

También habla de sacarle el nombre a las cosas.

Me pareció interesante eso. Si uno le pone nombre a las cosas no deja que las cosas hablen por sí solas. No deja que las cosas simplemente, sean. Le ponemos nombre a todo para que cumpla con ciertas características, y para que forme parte de un algo. Y en realidad es contradictorio. Porque en sí, todos formamos parte de un todo. Etiquetarnos nos da mas seguridad, pero es eso lo que hoy la sociedad pretende de nosotros. Asociar las cosas con características, y no es tan así. Es marketing, creo.

La vida moderna me pone barreras que no me son necesarias. Y yo no quiero barreras, quiero mas contacto con las cosas, con las personas, sentir quizás la crudeza del mundo de una forma mas directa.

Y eso que estoy escribiendo frente a una pantalla, pero bueno, al fin y al cabo contradiciendo un modelo que no estoy del todo de acuerdo.

Mi conclusión es que vale la pena encontrarle el centro a las cosas, sacarle todo ese disfraz innecesario. Mismo con las personas, encontrar la esencia de lo que son y así poder apreciarlas mucho mas.

Es un camino que vale la pena probar, y ver que pasa. Creo que desde mi experiencia me siento mas humana, y conectada con lo que soy, mas profunda en ciertos aspectos, mas contenta con mi vida.

Quizá se necesiten menos palabras para poder apreciar el silencio.

Habrá que intentar, o no.



domingo, 27 de mayo de 2012

La infaltable

Voy a regalarte la pieza que falta,
a este rompecabezas
para armarse.

Dejar casilla en blanco
y así tener una excusa para buscarte,
cuando lo quiera completar.

Porque nada ni nadie
va a reemplazar el espacio
que ocupaste.

Vos y ese vacío
que tan bien
sabés llenar.

Será la manera que elegiré
conservar
a la que fui
y así poder encontrarme
cuando quiera volver a empezar.


Cuando necesite darme cuenta
que pasa el tiempo
y que me pongo grande.
Y que también arriesgarse,
es aprender a jugar.

Crezco,
inevitable.

Sos esa,
pieza,

la infaltable.


domingo, 20 de mayo de 2012

En silencio.

No estaba acostumbrada a que las palabras vuelvan a ser parte de mis versos, pensamientos que fueron y hoy los traigo después de mucho tiempo para que vuelvan a ser poesía.
Es aceptar una parte de mí que tenía escondida, me reencuentro, me busco, madurar siento, no es simple, esfuerzo. Empiezo, belleza de momentos que no pensé que existía en el recuerdo. Alguien alguna vez me dijo -Tere, estás creciendo-.

¿Porqué callo y no te digo lo que siento? ¿Porqué es mas lindo el silencio? Refugiada en lo mas profundo de mi ser, me tocás tan hondo que no puedo ser otra mas que yo.

¿Cómo hacés para saber mas de mí, de lo que yo se? Algo me detiene cuando estoy a punto de agarrar el celular para escribirte que deberíamos volver a vernos. Será porqué se no te gusta que hable mucho y en su defecto vas a pensar que estoy entusiasmándome y que no me estoy relajando. Será porque me pone nerviosa no saber cuándo va a llegar el mensaje que me diga que querés verme. Y yo quiero saber.
Siempre fui demostrativa para estas cosas. por eso insisto. ¿Cómo decirte que me das vuelta el mundo cuando me das un beso? Que me acelerás, que me generás mas cosas de las que mi mente puede explicar.
Es como un imán que me acerca a vos. Y necesito desglosarte delicadamente para poder descubrir que hay dentro de ese hombre que me derrite cuando se muestra con tanta vulgaridad. Quizás yo sea la que necesite desglosarse a través de tu cuerpo.
No veo la hora de que llegue el día de poder deshilarte. Punto por punto. Desprenderme del todo.

No tengo la certeza de cuántas líneas voy a dedicarte. Quizás me gustarían que fueran muchas, acepto que me gusta escribir sobre lo que surge cuando fusionan dos mundos. El tuyo con el mío.
¿Serás como aquél libro que me conquistó al leer su contratapa?
¿Cómo inesperar lo esperado?

¿Cómo hago para no llenar el espacio que dejás para que no ocupe?

Me desnudo frente a mis versos.

Y vos.

En silencio.



sábado, 19 de mayo de 2012

Poesía

Tiempo,

necesito tiempo para escribir poesía

que esta volviendo a nacer.

Me estoy enamorando nuevamente,

de mí.

lunes, 7 de mayo de 2012

Señor Cara Libro

Facebook arma mi vida en su sitio. Me vende felicidad. Y la compro a veces, pero no me satisface. Admito que me genera cierta emoción entrar y esperar muchas notificaciones y que cuando sucede me haga sentir un poco importante. Pero esa felicidad que compro dura unos segundos. Y ese hábito se vuelve a repite cada vez que pongo la tecla enter. Puedo entrar y no tener notificaciones, eso me desilusiona un poco, es lindo sentirse solicitado. Aunque después comprendo, que las notificaciones no son índice de nada. Mis relaciones sociales no se miden en una página de internet.

Facebook es mi medio para expresarme, comunicarme, una herramienta mas que tengo la suerte de usar.

Me puedo reír a distancia por la computadora con mis amigos, pero nada va a igualar el hecho de poder juntarme con ellos cara a cara y disfrutar de la buena compañía. Puedo ver muchas fotografías de amaneceres, de personas que se ven felices en una tarde en el río, pero nada se va a comparar el hecho de estar el contacto con la naturaleza en vivo y en directo. Por otro lado, si no tengo la posibilidad de viajar, puedo ver las fotos y en cierta forma de acercarme a ese paisaje que no puedo acceder.

También lo uso como medio de información sobre muestras, ciclos de cine, bandas que tocan, artículos que salen en del díario que me interesan y voces que quieren ser escuchadas.

También me vende cosas que no son; me hace comparar mi vida con la de los demás. Me incentiva a consumir a través de las publicidades tan molestas para mí, ubicadas siempre en la columna derecha, y también por medio de los usuarios. Usuarios que publican en sus muros fotos, o comentarios sobre los lugares, cosas, comidas que consumen, y veo eso, marcas que quieren incorporarse en mi vida.

La velocidad también está presente. Puedo sacar una foto e instantáneamente colgara a la web. Mostrar que estoy haciendo y como. Me acostumbro a leer y mismo a escribir posteos de 440 caracteres aproximadamente, y hacen que el hecho de ya ponerme a leer un noticia en un diario me resulte cansadora. Las novedades duran poco, y se renuevan constantemente.

Veo fotos de fiestas con personas y caras felices. Y a veces si no tengo la suerte de salir un día, y me encuentro con las fotos, me siento mal de no poder haber salido. Me genera un poco de envidia, admito, ahi es cuando recuerdo que mi felicidad no está en el Facebook.

Leo constantemente actualizaciones de estado sobre cosas que no valen la pena ¿para qué? Es un poco egoísta el funcionamiento. Pareciera que uno postea cosas para que lo feliciten, y uno así aumentar su autoestima. Armas algo virtual, recibís algo virtual.

Pienso que es un gran lugar para todos. Es una gran aldea para excusarse. Para los que necesitan un poco de atención, y la buscan, casualmente en este sitio. Para los que les gusta mostrarse, para socializar, para estar mas conectados con las novedades, con las curiosidades, para espiar vidas ajenas, siendo cual Susanita en Mafalda. Para no sentirse solos.

Para mí uso, es un espacio para los que amamos el arte. Para debatir, conectarme con personas de muchos lados. Compartir experiencias, aprendizajes, viajes. Un espacio de difusión y también un espacio para el ocio.


A veces Facebook se me torna en ilusión, porque puedo tener un momento de constante comunicación, muchas notificaciones, debates en grupos, manifestaciones de ideas, y es muy lindo. Pero llega un momento en el que el círculo se torna espiral, y me doy cuenta que la vida está afuera de todo ese sistema. El círculo hay que cerrarlo en algún momento. Armarme una vida plenamente en internet, significaría no encontrar herramientas internas para formarme como persona y pretender encontrarlas en una computadora.


Facebook, es como la mayoria de las cosas. Depende el contexto en el que estén rodeadas, puede servir o no. Depende como se use.

¿Y vos, porqué usas el Facebook?