martes, 24 de julio de 2012

¿O es que el mundo se volvió loco?

No se si en casa las cosas son las que no funcionan, o es que hay algo que impide que las cosas funcionen.

Estoy. Sentada frente al monitor escribiendo en un teclado donde la mitad de las letras están borradas, es como un piano sin las ayuda memoria de las notas.


La luz de la lámpara del techo se rompió hace unos días, y sigue sin haber luz. Asique cada vez que me quiero sentar en la compu, pongo mi lamparita de 40 watts del velador y fin del asunto. Desde que pusieron el router, rooter, o no se como se dice, la zapatilla tiene un lugar menos para enchufar cosas. Y no está bueno. Ese lugar libre que queda, lo ocupa a veces la impresora, que se conecta y se desconecta según el uso. Ahora la peor parte se la lleva el dispositivo (¿así se dice?) de sonido. Los parlantes son dos, pero uno funciona, y ante la llegada de mis hermanas que me van a decir enojadas que me ponga los auriculares, como es de costumbre, desconecto el cablecito de los parlantes, y enchufo mis auriculares y así todos vivimos felices.
 ¿Qué es lo que pasó ahora?

El dispositivo de sonido, no funciona. No tengo forma de escuchar música en la compu. Sólo se puede  escuchar el ruidito cuando inicia de sesión la compu y listo, no mas.

¿Qué es lo que hago? Busco mi equipo de música y lo enchufo en el espacio libre (si es que no necesito la impresora) y problema resuelto. Bah, casi. Porque para escuchar tengo que limitarme a la radio, a discos algunos, o estar con la tarea de ir cambiando la música del mp3 para conectarla con el equipo.
También me limo de sacar el foco de la luz para conectarlo al del techo. Y digo, listo, conecto el velador en la zapatilla, pero no! ¿O enchufo la música o la luz? Gana la luz definitivamente. ¿Pero que pasa si quiero música e imprimir? ¡Aaaaaah!

Me pasa algo parecido con el mp3. No se si es un rechazo impuesto, o que yo le mando señales al universo para que las cosas se me rompan, o me ven la cara de boluda cuando me venden cosas. Pero en los dos mp3 que tuve, se me arruinó el cosito donde va el auricular. Asi que funcionan cuando quieren, del lado derecho siempre se escucha, pero de los dos lados tengo que sostener el auricula y es un bardo. Olvidate Tere de pedalear escuchando música, tengo que sostener el mp3 quiera o no. Me siento una pobre que no quiere comprarse otro mp3 por el cosito. Pero me da bronca. Hice una inversión de tiempo y dinero.

¿Estaré copiando el ejemplo de mi casa? Espero que no. Fuera malas energías.

Ah y para variar tengo esa facilidad para romper, sin ese objetivo, cosas que no son mías. Pero bueno, eso es para otro capítulo...

lunes, 23 de julio de 2012

Igual a igual

Hace mucho que no le pedía a mamá que nos juntáramos a hablar y dada mi circunstancia, aproveché para pedirle prestada alguna de sus orejas.


Estábamos en esas conversaciones, madre e hija... yo contándole mis dilemas, ella, como siempre, escuchando y después aconsejando. Y en un momento me di cuenta de algo. 


Me puse a pensar en el rol de madre, de cómo una madre debería ser para mí, y tratarla como esa madre idealizada en mi cabeza.


Fue raro, pero en fin, funcionó. Le dije lo que creía que esa madre tendría que decirme cuando le contaba esas cuestiones. Una hija enseñándole a su madre como ser madre...


Me sentí tan libre. Es lógico que los padres siempre nos digan cosas que no nos gusta que nos digan, pero mas allá de eso, hay una línea de afecto que nos conecta con ellos. Y eso es lo que importa. No se si tanto el consejo en sí. Es el hecho de pertenencia, de sentirme querida por ellos, de saber que van a estar y que van a apoyarme en ese aspecto. Que es lo que a mí me sirve de ellos.

Es como cambiar los lugares. Inevitablemente si yo cambio de lugar, su manera de mirarme va a ser distinta.

Y ahí es cuando el maestro se vuelve aprendiz y el aprendiz maestro. Es como una linea horizontal. Nada de pirámides, igual a igual.




jueves, 19 de julio de 2012

Coexistiendous con el capitalsmous

Me tenía que encontrar con Romi a las 20 en la puerta del Jumbo de Unicenter. Y como llegué temprano, aproveché esos minutos que me quedaban para comerme la manzana que tenía en la cartera.
Se hizo la hora y fui contenta terminando de comer lo quedaba así la esperaba a tiempo. Yendo para el lugar acordado me iba cruzando con personas con sus vacitos de café de Starbucks, conitos de helado de Mc donal's, y botellas de Coca Light y en mis manos yo, con mi feliz manzana.
Como veía que no llegaba, me acordé que tenía un libro, asique aproveché para leerlo en la puerta, mientras claro, personas con sus bolsas de compras y charlas sobre las cosas, paseaban por los pasillos del Shopping.
Escuché mi nombre, y era mi amiga que me llamaba. Saludo con abrazo de por medio,  aprovechamos para ponernos al día. Me contó que venía de comprarle el regalo a una compañera de trabajo. Y fuimos a dar una vuelta por el Jumbo para ver unas cosas de decoración, cuando en ese momento me acordé que no había verduras en casa, asique me llevé unos zapallitos que parecían muy apetecibles.
Al momento de salir, ella se iba para la parada del bondi y yo, al estacionamiento a buscar... mi bici.

Una noche bien anti capitalista. Comiendo manzana, leyendo, comprándome verduras y volviéndome a casa en bicicleta de un Shopping. Quién lo diría...

Me sentí tan bien al saber que puedo coexistir con tantas personas que tienen un concepto de vida totalmente distinto al que tengo.

Hagan la prueba, yo, me sentí una rebelde, y fue tan lindo!

jueves, 12 de julio de 2012

Días en los que...

me siento cansada, sin fuerzas, sin ganas.
el cuerpo me pesa, la cabeza también.
tengo un montón de pensamientos que me hablan y que necesito hacerlos callar.
me siento perdida, sin rumbo.
me cuestiono todo.
me cuesta ser feliz con mi vida en el ahora.
me cuesta valorarme y estar contenta por el camino recorrido.
me gustaría saber que es lo que quiero hacer con mi vida.
me digo cosas que no me ayudan a avanzar.

Días, días y días.

Que pasan, que me enseñan, que aprendo, que recuerdo, que lloro, que río, que siento.

días...

lunes, 9 de julio de 2012

Tratando de no escaparle al tiempo

Oficio. 

Ayer con unos amigos me puse a conversar sobre la literatura. Entre tema y tema nos pusimos a hablar sobre lo que escribíamos, sobre algunos libros en particular, autores que nos gustan, historias para contar.  

Y me puse a pensar en los diarios de viaje que empecé a escribir y nunca terminé, en los borradores no borrados que en algún momento me gustaría pasar de una vez a limpio y en los escritos pasados a la compu que me resigno a ordenar.

Es un trabajo inmenso ponerme a analizar bien cada cosa escrita. Ponerme a corregir, categorizar, ver si gusta, si no gustan, encontrar el lugar que ocupando en mi vida, si trasciende, si no.

Y también en el camino mas fácil para solucionar la cuestión. 

"Sería mas fácil morirme y que después de mucho tiempo alguien encontrara mis escritos y diría ''wow que buenas cosas, tienen un contenido importante de ideas, hay que publicarlas'''. En vez de yo hacer esa agotadora tarea."
Sería una forma de dejar que otro me valore, porque yo no me puedo valorar.

Pero creo que me va a dar mas satisfacción hacer yo esa tarea, en vida, aunque me cueste. Darle yo valor a mis escritos y ponerme las pilas y hacer ese "agotador" trabajo. Aunque ahora que lo pienso no creo que vaya a ser tan agotador, es ese peso tonto e inútil que le pongo para no hacerlo. Porque se que me va a abrir muchas puertas este desafío, me va a darme energía para seguir haciendo mas cosas. Darle un lado positivo al asunto, saber que me va a motivar, que me va a permitir comunicarme con muchas personas, porque es mi arte y porque vale.

Mismo los diarios de viaje, haciéndolos sería una forma de tener un recuerdo de que una vez viajé y ese viaje me trajo muchas experiencias para compartir.

Es eso mas que nada, valorar mi experiencia.

Y en eso estoy, tratando de no escaparle al tiempo.