viernes, 9 de marzo de 2012

Raquel

Raquel era la recepcionista que me recibía en el consultorio del psicólogo. Una mujer de unos 50 años, simpática, con arrugas bien llevadas y una sonrisa cálida que me hacía sentir como en casa. Una mujer con todas las letras, trabajadora, siempre con los ojos pintados, vestida coqueta y con la que daba gusto hablar de la cotidianidad.

Me acuerdo de la primera vez que le pregunté su nombre, y cuando me respondió, le dije que había un tema de Drexler que se llamaba como ella. Así también un personaje de la serie de T.V. Friends, pero en inglés (Rachel). Me respondió que era así la llamaban: Rachel, Reich, Raquel.

Por cuestiones de horario, dejé de ir a ese consultorio, pero siempre tuve el vivo recuerdo de ella. Se me pasó muchas veces mandarle saludos , por medio de mi psicólogo, pero me olvidaba, o se me pasaba de largo.

Todo vuelve dicen... nuevamente volví a mi viejo consultorio, y me acordé de esos mensajes que nunca le había podido mandar. Y justamente hoy, antes de empezar la sesión, prometiéndome que me iba acordar de decirle, le comenté a mi terapeuta todo esto que me había sucedido. Pregunté por ella, y esperando quizás otra respuesta, me respondió que Raquel, ya no estaba más. Que le había agarrado cáncer a mitad del año pasado y que había muerto a finales de noviembre.

Se trataba de una persona que por ese entonces, yo veía todas las semanas, llevaba una conversación fluida, y enterarme que ya no estaba mas, fue una sorpresa. Era una mujer que imponía respeto, quizá no tenía las grandes conversaciones con ella, pero sí la apreciaba mucho y con gusto la despedía cuando me acompañaba a la puerta.

Así que, donde sea que ella esté se la regalo desde la tierra...

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