miércoles, 13 de junio de 2012

Disparadores

Trabajo nuevo, cansancio, una taza de te que no se termina, el calor agotador de la estufa y un invierno que parece hacerse desear.
Miles y miles de ideas, que rodean mi cabeza para desarrollar.

Tu nombre, ayer descubrí que si leo al reves tu apodo se forma la palabra amar. ¿Casualidad? La infinidad de poemas que me niego a terminar por miedo a no tener mas de qué escribir. La infinidad de sensaciones que me generás. ¿Que estoy esperando para empezar?

La sociedad como puesta en play hoy en día. La cultura del consumismo. Los padres que visten a sus hijos como se vestirían a ellos, que les dan comida no sana para ellos. Me hace pensar que hoy en día los niños son la gran mina de oro para las empresas publicitarias, se los puede influir a ellos y a los padres. Parecen una extensión de los padres. Como una mascota a veces pienso. Que la visten le dan cosas, la sacan a pasear, lo usan de excusa para juntarse entre familiares y amigos y ponerse a hablar de ellos, de contar lo tan bien que van en el jardín.
Los niños no necesitan de semejantes fiestas para celebrar su cumpleaños. Su felicidad no radica en los regalos, ni en ropa de marca, ni en la cantidad de tortas. Pero eso les hacen creer. Porque sus padres, ya se olvidaron en donde encontrarla.
Plata, para que las cosas se vean mas atractivas a la vista se necesita plata. Una torta que llame mas la atención va a costar mas que una normal. Quizás sea la misma torta, pero va a dar mas ganas de comerla con toda esa decoración. Son cuestiones de apariencias. O la comés sencilla sabiendo que es una simple torta, o la disfrazas de algo que no es y crees que estás comiendo una linda torta.
Apariencias, de eso se trata. Ahora todos los niños en su izquierda de la ropa tienen el detalle de que dice que su remera no es cualquier remera, es marca ''super importante''. Y me hace pensar en las boludas de las madres que se las compran. Es una remera al fin y al cabo.

Pienso en esto: Yo trabajo de camarera en un salón, trabajo para gente con muchos recursos económicos, es decir, mucha plata. Gracias a esas personas yo tengo trabajo. Con esa plata voy a pagar mi futuro alquiler. Es decir, gracias a su trabajo pueden pagar el salón, donde me pagan por ser su camarera, y gracias a ello el día de mañana voy poder pagar mi alquiler.
En resumen con la plata de ellos, yo pagaré mi alquiler. Mientras siga trabajando, mi plata va a quedar guardada y sin movimiento. Porque el momento yo no estoy haciendo nada con la plata.
Si el dinero no hace la felicidad...
Podemos hacer que el dinero de esa gente no vuelva a sus manos. Si hacemos que las personas que tienen plata, compren nuestros productos (tírenme ideas) les retendríamos el dinero. Habría que hacer una forma de que estas personas no le compren a las empresas ricas, sino al contrario a las personas que quizá mas dependen del capital para subsistirse. Un mercado vertical de arriba hacia abajo, formaría un equilibrio y la clase baja lograría formarse, por ende la clase alta dependería de nosotros. Es eso, hacer que la clase alta dependa de nosotros, cosa que sucede, porque a ningún rico otro rico le serviría una café en un restorán.

Y me pregunto
¿De donde viene mi dinero y a donde va?

Mi dinero, en este caso viene de una profesora de química. ¿Y quién le paga a ese profesor de química, de donde saca la plata esa persona que le paga al profesor de química? ¿Que hace con el dinero el profesor de química?

Por otro lado, nada, pero nada que ver. Me pongo en el lado ecologista ¿vio?

De donde viene esa gaseosa que compro y a donde va el líquido que tomo ¿es nutritivo, es bueno, es sano? ¿a donde va el envase que tiro al tacho pensando que es mejor tirarlo ahí que a la calle?
¿quien nació antes el huevo o la gallina? Los residuos nunca debieron haber existido. Pero nos dormimos pensando en que tirar las cosas a la basura es lo mas ecológico y no!!! Los residuos van a incineradores o peor a rellenos sanitarios que contaminan mucho mas!!! ¿A quien se le ocurre hacer tan pelotudes?

¿De quien es la culpa entonces? ¿Del gobierno que no regula el tratamiento de residuos? ¿Del kiosquero que elige vender el envase? ¿De la gente que lo compra? ¿De la empresa que no notifica el detalle de la producción de su envase? ¿De la empresa que lo produce?

Y me pongo a pensar en la cantidad de edificios que existen en esta ciudad, la cantidad de personas que conviven en ella y no tienen idea de lo tan mierda, que unas personas con alguna gran cantidad de dinero, están dejando el planeta.

Las conclusiones siguen, ya me pondré con mas tiempo a vaciar la cabeza con la que tanto me  gusta imaginar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario