viernes, 27 de enero de 2012

Haz lo que digo...

¿Qué tan fácil es decir las cosas? ¿Y hacerlas? Del dicho al hecho hay un largo trecho.
Me puse a ver con detalle ese punto. En las cosas que digo y en las cosas que hago. Y me doy cuenta que no siempre hago lo que digo. No es mi fin rendirle cuentas a alguien, ni tampoco un deber mostrarles mi forma de vivir. 

Desde chiquita me decían "no toques esto, no hagas lo otro, comé con la boca cerrada, usá esta fórmula para resolver tal ecuación."

Y creo que ahora, a medida que sigo creciendo siento que tengo esa necesidad de enseñar, de deciles algo a la generación que me sigue. No se si es algo inculcado por mis padres, por el entorno laboral en el que me encuentro o una cuestión de cultura. Empiezo a preguntarme si el hecho de enseñar o de decir tiene que ver con la edad. En la naturaleza lo vemos claro cuando una mujer tiene a un hijo y le enseña cosas del mundo para que después, cuando este crezca pueda manejarse sin necesidad de depender de ellos.

En lo laboral el jefe siempre tiene que decir, como parte de sus obligaciones, de su trabajo. Y me parece que hay algo que no está bien ahí. Porque, a lo largo -bueno no tan larga, valga la redundancia- de mi experiencia. La jerarquía mostró siempre poder, verdad, algo que es muy difícil de discutir. Algo que está impuesto.

Y me encuentro con varias conclusiones:

-Que el que tiene que decir no hace
-Que el que tiene que decir, no hace lo que dice (el famoso, haz lo que digo pero no lo que hago)
-Que el que tiene que decir, no sabe lo que hace
-Que el que tiene que decir, no sabe lo que dice y menos lo que hace

Entonces yo -empleada- empiezo a darme cuenta que recibo las órdenes de una persona que por sentir ese poder, es capaz de decirme cosas erradas e indiscutibles. Por ende, me convierto en la persona, que tiene que escuchar y hacer. 

Quizá mi ideal de trabajo sería tener de superior a personas que me transmitan esa cosa similar a la que hicieron y siguen haciendo mis padres.Que me ayuden a manejarme independiente como persona, a que crezca, que me sigan transmitiéndome los valores de la vida.

Entonces, cuando estoy en un lugar donde no me encuentro con estas cosas, donde veo jerarquía y mucho decir... Lo mejor que puedo hacer, es empezar a creer que el trabajo ideal si existe e ir en busca de el. Se que deben haber personas dispuestas a trabajar como se debe, donde la jerarquía es mas un hilo que conecta al empleado con el gerente, una cadena, donde cada eslabón es importante, donde todos los empleadores saben valorar el trabajo del otro y están dispuestos a ayudarse en sí cuando algo está mal. 

Seguramente sea esa convicción que me va a llevar a encontrarlo. 

Y empiezo a hacer oídos sordos en las personas que como los diarios, siempre tienen que decir algo. 

Y a escuchar un poco más a las personas que hacen lo que dicen y que además tienen algo que transmitir, es un poco como el arte. 


Y el arte me hace bien.


No hay comentarios:

Publicar un comentario