martes, 4 de octubre de 2011

Crónica de una mañana gris

Tenía tantas ganas de despertarme y que el día esté despejado, pero no, las nubes taparon mi ilusión.


Mis no logros del día pueden comenzar a enumerarse: 


1ro Intento fallido de hacerme una trenza cocida. ¿Pelo mojado y rulos? Olvidate. 
2do Casi casi que llego a tomar el desayuno. ¿Ni un sorbo de agua tibia con saquito de te usado? Ya fue, me tomaré un café en el trabajo.
3ro Poder entablar una conversación inteligente con una de mis hermanas. Es así, por más que los planetas se alineen y Acuario esté en sintonía con Aries, y plutón baje de uranio, es inevitable, alguna excusa va a tener para quejarse.


Y eso no es todo, pará pará pará!


El 4to no logro del día es escuchar música sin que otra de mis hermanas, se moleste. Y no es que tenga gustos musicales muy "perturbadores". Puse Frank Sinatra, romántico, sensual, melódico, sexy, o sea, tranqui. Y encima me hincha, con mis ruidos, mis ruidos. Después dicen que soy complicada, si te pongo marcha a las 8, ahí si, tenés todo el derecho a putearme.


A falta de problemas, a reir e inventarse nuevos. 


Trayecto al trabajo: 


-314 (primer bondi), peor que el subte en hora pico. Un hombre adulto no acepta que le ceda el asiento. 
-Vamos hombre, que todavía a mis piernas le faltan muchas horas de pie todavía, siéntese nomás. (Pensaba en mis adentros) No se sentó, desilusión.
19 (segundo bondi), abro mi libro, Clarisse(*) que me cuenta sus dilemas, de porqué siente que siempre tuvo 3 patas y ahora una pata le sobra y le cuesta desprenderse de su pata tercera de más. Literatura existencialista, para no leer una mañana gris y fría. De yapa me lo fumo a Montaner en el frenético deseo del chofer de pasar baladetas a horas tempranas del día. El colectivo perdió su encanto ambiental, ya no puedo continuar leyendo el libro. Lo cierro. Empiezo a escribir. Recuerdo que el chofer no fue simpático como lo es  siempre. Algo le falta a este día.


Mi autoestima y vulnerabilidad baja desde las nubes, frente la seguridad de un puto hombre, que me da bola, pero se hace el indiferente conmigo, y frente a esa indiferencia yo... me pierdo.


(*) Clarisse Lispector, escritora brasileña de una novela que estoy leyendo.

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